La importancia de recordar nuestro Bautismo
Un reciente llamado de atención del papa Francisco hace recordar a los Eudistas el tema de la importancia del Bautismo. En agosto de 2017 afirmó:
Yo quería preguntarles: ¿Cuántos de ustedes se acuerdan de la fecha del propio Bautismo? ¡No respondan porque alguno sentirá vergüenza! Piensen y si no la recuerdan, hoy tienen deberes para hacer en la casa: ve a tu mamá, a tu papá, a tu tía, a tu tío, a tu abuela, a tu abuelo y pregúntales: ¿Cuál es la fecha de mi Bautismo? Y no la olviden nunca más[1].
Seguramente nos podemos preguntar: ¿Cuál es la importancia de recordar la fecha de nuestro Bautismo? El Papa continúa:
El compromiso de hoy es aprender o recordar la fecha del Bautismo, que es la fecha del renacimiento, es la fecha de la luz, es la fecha en la cual -me permito una palabra- en la cual hemos sido contaminados con Cristo en la fuente bautismal. Allí hemos muerto a la muerte. Nosotros hemos nacido dos veces: la primera en la vida natural, la segunda, gracias al encuentro con Cristo en la fuente bautismal. Allí hemos muerto a la muerte, para vivir como hijos de Dios en este mundo..."[2].
Es probable que varios lectores que hayan tenido contacto con las obras de san Juan Eudes puedan afirmar: parece que san Juan Eudes está hablando en el papa Francisco. Y cómo no pensarlo si se encuentran afirmaciones tan similares en el pensamiento del santo del siglo XVII. En efecto, para san Juan Eudes, a través del Bautismo se empieza a vivir de verdad:
Habiendo empezado por medio del Santo Bautismo a vivir de verdad, es decir, de la vida que tenemos en Jesucristo, y siendo este divino sacramento el origen te toda nuestra felicidad, de seguro que, de haber tenido uso de la razón, en el día de nuestro Bautismo, hubiéramos debido rendir a Dios homenajes muy especiales con este motivo. Más, puesto que entonces no estábamos en posibilidad de hacerlo, es justo tomar cada año algún momento, con motivo del aniversario de nuestro Bautismo, por ejemplo, o cualquier otro tiempo, si nos resulta más cómodo y oportuno, para ocuparnos de los ejercicios que a continuación vas a leer" (O.C. I, 505).
San Juan Eudes propone a continuación una serie de deberes que tenemos con Jesucristo con motivo de nuestro Bautismo: una elevación a Jesús Nuestro Señor, contemplación de cuatro grandes misterios (nacimiento eterno, nacimiento temporal, muerte y sepultura y resurrección) como prototipos y ejemplares de nuestro Bautismo, una profesión solemne del cristiano en el santo Bautismo, renovación de las promesas bautismales, homenaje a las tres divinas personas por motivo de nuestro Bautismo, una elevación a la Santísima Trinidad y un rosario a la Santísima Trinidad.
De lo anterior se concluye la importancia del tema bautismal en las obras de san Juan Eudes, a tal punto que en 1654 publicó una obra titulada: Contrato del hombre con Dios por el santo Bautismo (O.C. II), en la cual descubre que el Bautismo es un contrato de alianza que tiene derechos y deberes por parte del cristiano y por parte de Dios.
Comprometámonos a vivir sinceramente nuestro Bautismo y a elevar constantemente nuestro espíritu a la Santísima Trinidad para que venga a vivir y a reinar en lo más profundo de nuestro corazón:
Trinidad Santa y adorable, te adoro en tu divina esencia y en tus tres Personas eternas. Te adoro presente en mi Bautismo, y adoro también todos los designios que con tal motivo tuviste acerca de mi persona. Te pido perdón por los obstáculos que he puesto a su realización, y como reparación te ofrezco toda la vida, las acciones y los sufrimientos de Jesucristo y de su Madre Santísima. Me entrego a ti, Divina Trinidad, para la cabal realización de tus designios. Padre Eterno, Hijo Único de Dios, Espíritu Santo del Padre y del Hijo, vengan a mí, vengan a mi corazón y a mi alma para que me separen de cuanta exista fuera de ustedes. Vivan y reinen en mí. Aniquilen todo lo que en mi ser les desagrade y ofenda, y hagan que todo él se consagre por siempre a la pura y única gloria de ustedes (O.C. I, 518).
[1] Francisco, Audiencia General, Roma: Libreria Editrice Vaticana, 2017. Disponible en el sitio web.
[2] Francisco, Audiencia General, ibid.